La leucemia linfocítica crónica (LLC) es una malignidad hematológica que resulta de una acumulación de células B neoplásicas positivas para CD5, que se caracterizan por una baja tasa de proliferación. A pesar de ser la neoplasia maligna linfoide más común en los países occidentales, la LLC sigue siendo una enfermedad incurable (1).
Sin embargo, las alteraciones epigenéticas y genéticas que tienen influencia en esta enfermedad, se entienden sólo de forma parcial. Es por ello que una reciente investigación publicada por Renée Beekman y colaboradores en Nature Medicine (2) proporciona un panorama del epigenoma de la LLC, el cual identifica extensas redes de elementos regulatorios alterados y nos ofrece una pista sobre la relación entre la estructura genética y epigenética de esta enfermedad.
Este estudio está basado en la caracterización molecular completa de la leucemia desde el punto de vista genético y epigenético, integrando grandes capas de información para elaborar un mapa que revela regiones del genoma que cambian su función cuando está presente la enfermedad.
El ADN...¿Basura?
Mediante las investigaciones de este grupo se ha podido detectar regiones con funciones específicas. En especial, las zonas oscuras del genoma –anteriormente llamadas ADN basura– se han analizado, y en realidad contienen multitud de regiones esenciales (genes activos, genes inactivos, regiones que no contienen genes pero controlan su expresión, grandes espacios inactivos del genoma) para que el genoma funcione. En total se han identificado un total de 12 funciones diferentes.
Además de estudiar las células de la leucemia, se realizó una comparación con el proceso normal de maduración de los células B, en donde se registró cómo cambia el mapa de la leucemia en comparación con el mapa de las células sanas, y cómo las leucemias son capaces de crear una estructura molecular que les permite proliferar de forma descontrolada.
Un aspecto clave de este estudio es el descubrimiento de que tres familias de proteínas parecen estar encargadas de dicho cambio. Esto implica que la acción de estas tres familias de proteínas puede ser inhibida con fármacos en desarrollo Se trata de las familias de factores de la transcripción NFAT, FOX y TCF/LEF (3).
Este es uno de los aspectos del estudio que ofrece una perspectiva terapéutica mediante la cual se puedan revertir las alteraciones funcionales en la leucemia.
“Este mapa tan completo no solo nos permite comprender mejor la leucemia a escala molecular, sino que también ofrece una gran fuente de información para otros investigadores, con el fin conjunto de traducir los hallazgos en un mejor tratamiento y una mejor calidad de vida de los pacientes”, concluye Martín Subero, quien es coautor de esta investigación.
Fuentes:
1. Etiology and Epidemiology of Chronic Lymphocytic Leukemia
2. The reference epigenome and regulatory chromatin landscape of chronic lymphocytic leukemia